En el ecuador de mi estancia en Letonia organicé un viaje y me encontré con mis padres en Noruega. Allí pudimos disfrutar de muy buen tiempo y ver muchas cosas interesantes. Era el día del festival de música de Oslo y había conciertos en la mayoría de parques de la ciudad. Fue espectacular ver los diferentes museos, entre ellos una recreación de un pueblo de cómo vivían en Oslo en la antigüedad, también el museo vikingo y poder entrar en un barco antiguo. Cómo no, poder ver el grito de E.Munch, un paseo en barco por los fiordos, visitar el castillo y la antigua fortaleza o caminar por el jardín botánico. Una de las visitas más esperadas fue el parque Vigeland, donde pueden verse cientos de esculturas al aire libre, y que es uno de los lugares más visitados de Oslo.